En Convivencia: construyendo acuerdos para la vida

En octubre del año pasado, llevamos a cabo el foro virtual En Convivencia: construyendo acuerdos para la vida. Esto a propósito del lanzamiento del cómic Nosotras tenemos que luchar: la historia de las mujeres y la tregua de Catuche.

En trabajo conjunto con Prodavinci, el foro fue transmitido en vivo a través de las cuentas de Youtube, Facebook y Periscope del medio digital. Quienes se conectaron pudieron escuchar a parte de las personas involucradas, no solo en la realización del cómic, sino en el proceso de investigación del  caso de Catuche, y en la propia experiencia de diálogo y reconciliación, ocurrida en el año 2007, en esta comunidad.

En el evento, que fue moderado por el fundador y director de Prodavinci  Ángel Alayón, confluyeron las miradas de John Souto, psicólogo e investigador y quien fue uno de los autores de un cómic inicial en el cual se inspiró el actual; Mireya Lozada, psicóloga especialista en temas de diálogo y negociación en conflicto; Doris Barreto, Coordinadora del Centro Comunitario Fe y Alegría de Catuche; y Lucas García, narrador, ilustrador y artífice gráfico del producto y además uno de sus guionistas.

Relatoría

John Souto:

Historia de Catuche.

  • Catuche se encuentra en el centro de ciudad, al lado y a la sombra de La Pastora. Las zonas principales de las que conversaremos hoy son Portillo y La Quinta.
  • En el 2009 ocurren unos acuerdos de convivencia en la zona, frenando a cero las muertes en el sector. Los acuerdos podían ser: no realizar actos de violencia armada, que no se mostraran códigos de amenaza (como prender yesqueros o un láser), permitir la circulación entre los dos sectores (ya que en otros momentos había que moverse por la periferia), entre otros.
  • Es en ese espacio en el que llega el grupo de investigadores para llevar a cabo: entrevistas, trabajos de campo, entre otros, durante un año. Para los investigadores fue impactante ver este proceso que se estaba llevando. Para las madres, por otro lado, no era extraordinario, y lo que resultaba llamativo era la sorpresa de ellos. No lo era porque era un trabajo que se había ejercitado en la comunidad desde finales de los 80 a través de iniciativas en el área del urbanismo. Se fue viendo lo que se quería, realizando alianzas con organizaciones, profesionales, etc. Esto ejercitó una manera de trabajar. Lo que sucedió en el 2009 no era un descubrimiento, sino apenas “un estadio de una historia de activismo”. Sin embargo, ningún proyecto había funcionado como éste.
  • El acuerdo de Fe y Alegría con Doris y los jóvenes armados permitió que todo se diese de la mejor forma.
  • Esto es una historia, no un evento. Y los trabajos para visibilizar esta historia contribuyen a que se siga haciendo memoria, pero también es una herramienta de trabajo (artículos de investigación, el cómic, manual de amnistía, etc).

Ángel Alayón:

  • El arte de Lucas tiene una capacidad narrativa de mostrar la eficacia desde el dolor hasta la esperanza.
  • Coordinadora del centro comunitario de fe y alegría en Catuche, Doris Barreto, tuvo un papel importante en los acuerdos de paz.

Doris Barreto:

  • A finales de los 80 con el padre Virtuoso se hicieron ya algunos eventos, como la “marcha por la paz”, también algunos acuerdos. Luego se realizaron otros acuerdos promovidos por el padre.
  • Además, está el rol de las madres y de los jóvenes, ambos grupos fueron importantes.
  • Fue un trabajo “duro, pero sabroso”. Duro porque antes de los acuerdos “se caían a tiros y morían personas”, pero después de los acuerdos, gracias al trabajo con Fe y Alegría y las organizaciones se logró esa organización tan rápida. Se trabajó con personas con capacidad de escucha, de acompañar.
  • Recalca que del padre Virtuoso aprendió a “saber ponerse en los zapatos del otro”.
  • En el 2007 matan al muchacho de Portillo y allí “ya basta de esto, queremos darle alto al fuego”. Ahora nuestra zona es un lugar tranquilo, pero que todavía hay que trabajar. Ahora hay actividades, un trabajo bonito. Salió del dolor.
  • Catuche es un nuevo amanecer, con metas distintas, visión distinta. La tragedia de las balas, también la del 99, se llevó vidas. Pero esa nueva esperanza es bonita y sabrosa. Cuando se ven a los jóvenes de La Quinta a Portillo y de Portillo a La Quinta, es importante. Después de la jornada de limpieza se fue construyendo la confianza, y surgen espacios como: vamos a hacer un nacimiento donde podamos hacerlo juntos, un sancocho… No sólo se quedó ahí, también en otras zonas de Catuche. Pueden bajar sin ningún temor. A pesar de que yo digo que hay que seguir trabajando en pro de la paz.

Mireya Lozada:

  • Esto nos permite ver la capacidad del ser humano de transformar el dolor en la reconstrucción del tejido social. Pero fue posible a partir de un trabajo sostenido. También, de mostrar la fortaleza en momentos de crisis.
  • Este trabajo nos da pistas también para la prevención y la sanación.
  • Destaca el rol de las mujeres en este espacio: en muchas situaciones las mujeres toman la iniciativa. Así como las mujeres colombianas en la ruta pacífica, las mujeres de la plaza de mayo, las mujeres de Catuche le dijeron basta a la violencia. Son un referente moral como madres. Hay que celebrar ese alto al fuego desde un lugar de respeto, hay que celebrarlo.
  • En la vida siempre hay conflictos, creo que manejarlos pacíficamente es un logro. También, hay que aprovechar ese momento de celebración para compartir su experiencia con otras comunidades. Felicitar y saludar esas acciones y voces. La experiencia se constituye también como un ejemplo para la construcción democrática que como país tenemos el deber de tomar en cuenta y aplicar.

Lucas García:

  • Lo menos importante del comic no es el autor, sino su historia.
  • Hice un curso de comic en Lugar Común y me enteré de la historia ahí. Era impresionante que fuese en el centro de Caracas y no lo supiéramos.
  • Es una información muy bien contada, pero creo que lo más impactante es la conexión emocional. Que se trabaje desde la convivencia y no desde la represión. Y otro aspecto del cómic es como las personas que forman parte de una historia de violencia no son sólo víctimas, sino también agentes de cambio. Y ese esfuerzo se mantiene. La capacidad que podemos tener de vernos de otra manera.

Preguntas:

¿Por qué ejecutar un cómic? – Ángel Alayón.

John Souto:

  • El componente emocional. Hace tiempo el comic es un lugar de llegada amplio. Es un material que puede llegar a muchas poblaciones, que se puede trabajar en diferentes contextos, la historia es demasiado buena, admirable y el arte también lo es. Podemos tener la ilusión que por eso el material se vende solo. Yo creo que en el cómic hay dos grupos de impacto: el equipo de trabajo y a quienes se les va a presentar.
  • Hay que leer varias veces el cómic. Las políticas represivas tienen varios seguidores. La persona que hace el cómic o lo lee tiene que hacerse esas preguntas. Esa mezcla entre imagen y texto es donde está ese componente emocional del que habla Lucas. La última imagen dice: “Catuche tiene una historia de activismo”. No te dice nada de esa imagen. La imagen puede decir bastante, así que quién lo hace tiene que hacerse muchas preguntas para que el mensaje sea recibido. También la persona que lo lee. Y ese trabajo es difícil, no se trata sólo de hacer el cómic por hacerlo.
  • Es importante no sobreestimar el que lo hace ni subestimar al público (pasa con los niños). La experiencia con los niños en comunidades demuestra lo contrario. De la forma acorde, el mensaje llega y puede ser trabajado.

Hay una parte del cómic, la del entierro de Luis. Allí hay una determinación por romper con un ciclo de venganza, ¿cómo lo ve? – Ángel Alayón.

Doris Barreto:

  • -Madre: ¿qué va a hacer Fe y Alegría?

-Doris: Fe y alegría no hará nada ¿qué hará la comunidad?

-Hagamos una reunión *Doris la acompaña*

Ese día fue exitoso por la participación (25 personas). Joven de La Quinta “tú no tienes que hablar con los jóvenes sino con las mamás”. Hablamos con la esposa del chico que le dijo eso y dijo “yo misma soy”. La acompañó a convocar, pero personas clave dentro de la comunidad. Esa reunión era para amanecer, pero surgen todos esos sentimientos. Los sentimientos de Portillo también los tenía La Quinta. Eso era para amanecer con todos esos sentimientos encontrados. Todos los sectores al perder a alguien tenían los mismos sentimientos, los mismos temores. Ahí esa mujer cambia el rumbo y la frase “hablando de entiende la gente”, es así.

El conflicto no cesó de la noche a la mañana. Investigaciones plantean que niños que ven que otros jóvenes mueren, sus incentivos para estudiar disminuyen. Una palabra clave es reconstrucción de la confianza, ¿cuál sería su opinión de la violencia y de cómo reconstruir la confianza en un país polarizado? – Ángel Alayón.

Mireya Lozada:

  • Está la herida individual y colectiva. Es complejo y tiene muchas aristas que es importante verlas por etapas. Las redes implican ir creando unas condiciones especiales. Hay que contener. En esos momentos donde han pasado tantas situaciones de conflicto, es importante construir lazos de confianza poco a poco y no va a ocurrir ahí mismo. Cuando Doris cuenta las prácticas culturales y comunitarias permite ver que hay una historia común para generar esa confianza. Poco a poco espacios para la contención, para la seguridad. Y todo esto también es posible por otros trabajos como los investigativos (Verónica al documentar la culebra. Actos y contratos de venganza) o Lucas en su relación creativa con la violencia.

¿Superhéroes? Necesitamos personas que rompan los ciclos, que tengan intenciones de crear instituciones para resolver los conflictos. Personas de carne y hueso para comunicarse, ¿cómo hiciste para promover este mensaje en el cómic? – Ángel Alayón.

Lucas García:

  • Hay un factor formal, de tomar un género y crear un híbrido. Implicó usar los recursos formales del cómic americano y aplicarlo en esta historia local. En este caso se hizo con nuestra propia realidad. Y era importante no llegar a hacer una apología de la violencia. Que lo vea la señora y le revuelva el dolor. Hacer una explotación del dolor. Lo pensaba siempre.
  • Los héroes son para niños. Los adultos ya es cuestión de verlo de otra manera. En Catuche, estos sucesos titánicos, son hechos por personas como tú y como yo. La posibilidad de sentarte con otra persona que quizás mató a tu hijo habla del gentilicio (resolver). Usar los recursos de hipérbole para poder mostrar algo muy real.
  • También, ver la historia en el contexto del cómic, ayuda a saltar un poco la resistencia de detallarlo en la realidad. El cómic da otra vista, permite transformar la sociedad civil.

Algunas conclusiones:

John Souto: la importancia de reconocer al otro y de hacer hábito estas prácticas. Importante no sólo leer el cómic sino dialogar con el cómic. Las conversaciones difíciles que tenemos pendientes (lo decía Pedro Rodríguez). Tener esa conversación. Material que hace memoria y se vuelve herramienta.

Doris Barreto: ¿aprendizajes? muchísimos. Este trabajo me enseñó a escuchar. A entender a los chamos en vez de juzgar. Si yo en vez de ayudar, critico, mejor me quedo en mi casa. Ese chamo tiene una familia, “el malandro se hace, no nace así”. Entender que tenía una historia. Hay un niño de La Quinta que lo juzgan y lo que necesitaba es una mano en el hombro y decirle “aquí estoy”. La clave es la escucha y el respeto al otro.

Mireya Lozada: importancia de ver las causas de la violencia. Las causas estructurales y no simplemente el producto. Hay que poder ver el ojo en eso y, como sociedad, poder darle un espacio a esto para el cambio. Visibilizar esas causas estructurales. Y dar cuenta de esos mecanismos que oprimen, deshumanizan.

Lucas García: ¿esta experiencia se puede reproducir? Más allá de eso lo que me impacta es la posibilidad de cambio. Tenemos la idea de que nuestra narrativa es inalterable. La historia de Catuche nos permite ver que sí podemos ser otra cosa, que sí podemos relacionarnos de otra manera. Necesitas poder verte a ti mismo para verte de otra manera. Esta es una de las tantas historias que son nuestras. Es importante ponerle lupa, visibilizarlas, porque al final son nuestras historias. Hay que valorar lo que hacemos.

Ángel Alayón: un premio nobel de economía dijo: “las tragedias comunes no se resuelven con la mano estatal, sino lo hacen las propias personas. Cuando en el cómic se dice “no va a ser la policía, vamos a ser nosotros” se da algo similar. Ahora, ¿qué tan replicable es esto? Creo que es preguntándose qué tantos problemas se pueden resolver desde la reconstrucción de la confianza. Toman tiempo, pero si empezamos desde ya durará menos.

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