#Acciónporlavida

Música, testimonios, acción. El sábado 18 de marzo 2017 a las 11 de la mañana y durante dos horas en la plaza José Felix Ribas, en Petare sonaron compases, hubo pintas, carteles y palabras.

 

 La silueta de los caídos, de las miles de vidas borradas por la violencia del país fue pintada una y otra vez sobre un lienzo negro por la artista Teresa Mulet y aquellos transeúntes que se acercaron a participar, especialmente niños; mientras la música de la Escuela Crea Música, dirigida por el musicólogo Ryan Revoredo, sonaba y se apagaba como la existencia de esos venezolanos que forman parte de unas estadísticas que ni siquiera son exactas. Y aparecían carteles en los que se leía: “La calle está militarizada pero tenemos más miedo” “Queremos morir de muerte natural, morir en una balacera #no es normal”, entre otros.

Las voces de Aracelis, Dilcia, Maritza narraron el calvario por el que han pasado mientras intentan que la muerte de sus hijos no queden impunes. Muchos se acercaban a preguntar, qué es esto? y luego se quedaban viendo, intervenían, tomaban el spray y también hacia sus pintas. ¿Qué es esto? Una #acciónporlavida, una actividad incipiente, que convoca a familiares de víctimas, artistas, activistas que exigen una sola cosa al Estado: garantizar el derecho a la vida. Hacerlo pasa por el control de armas y municiones, porque cesen la impunidad y las matanzas organizadas de una operación que se llama humanista. Pasa por la creación de oportunidades para jóvenes; por una policía que proteja, no que ejecute extrajudicialmente. 

Organizaciones como la Red de Activismo e Investigación por la Convivencia (REACIN); Caracas Mi Convive; la Organización de Familiares Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos (Orfavideh)  la Escuela de Diseño ProDiseño estuvieron presentes. 

El activista Cheo Carvajal leyó el manifiesto y culminó con una descarga de percusión de  los  niños del taller de percusión de Pedro “Guapachá” de San Agustín. Todos se pueden sumar.